A mediados de enero Google sacaba una importante actualización de su algoritmo, que empezará a penalizar a aquellas páginas en las que "el contenido no es fácilmente accesible para el usuario". Se habla concretamente de intersticiales intrusivos, que se refieren en este caso a los a veces excesivamente utilizados pop-ups o ventanas emergentes, ya sean los que se cargan de inmediato, como al hacer scroll vertical, o incluso aquellos que aparecen justo antes de querer pulsar el botón de cerrar la pantalla o de querer realizar una acción determinada. Esto puede ser problemático sobretodo en dispositivos móviles, al ser el tamaño de pantalla mucho menor. Y es que Google, en su continua cruzada por mejorar la experiencia del usuario a la hora de navegar, se ha dado cuenta de la frustración que esto puede llegar a suponer y ha encontrado la forma de penalizar esta práctica habitual.
En definitiva se trata de evitar todo lo que pueda confundir a los usuarios en su navegación, y que los clics que éste realice no sean involuntarios, sino porque realmente quiere pulsar sobre el enlace al tener un interés en la información mostrada, realizándose el clic de esta manera dentro de una navegación “natural”. En este sentido obviamente sí que están excluidos de la penalización tanto los avisos legales de cookies y similares como pequeños banners, siempre que se utilicen de forma prudencial. La propia guía de Google da unas recomendaciones que puedes ver en esta página, pudiendo llegar si detecta un mal uso de estos intersticiales intrusivos a grandes penalizaciones de cara al posicionamiento web.
En cualquier caso, Google también avisa que este es solamente un parámetro de los cientos que componen el famoso algoritmo utilizado en el ranking de búsquedas y la intención de la consulta de los usuarios, por lo que una página todavía puede obtener una alta calificación si dispone de un contenido relevante.