Si a estas alturas has escuchado hablar de la nube y todavía no sabes lo que es, debes hacerte a la idea de que en realidad la estás utilizando continuamente. Imagina: enciendes el ordenador, te conectas a internet, abres Google, y buscas algo. ¿Dónde crees que se almacena físicamente toda esa información? Se aloja en servidores remotos, esto es, inmensos centros de ordenadores capaces de acopiar cantidades ingentes de datos, ubicados en diferentes lugares de nuestro planeta.
Abrir el correo electrónico; jugar a través de la red; guardar y compartir archivos en Google Drive o Dropbox, que son servicios de alojamiento de archivos… A todo ello lo llamamos la nube, como metáfora utilizada para hacer referencia a los servicios que se utilizan a través de internet.
El cloud computing «programación en la nube», cuyas ventajas puedes ver en este artículo anterior, trata la creación de plataformas y servicios online como los que ofrecemos en Greetik Soluciones, orientados a que el usuario final no necesite apenas conocimientos informáticos o tecnológicos para su acceso y utilización, ni instalar nada en su ordenador y que pueda acceder a la información requerida desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar y en cualquier instante, utilizando únicamente una conexión a internet.