Cinco pequeñas pinceladas de SEO
No es que haya unas directrices únicas por las que podamos hacer que nuestra web aparezca en los primeros resultados de búsqueda, principalmente debido a que Google, el buscador de contenidos por excelencia, cambia y optimiza con cierta asiduidad sus propios algoritmos y reglas que influyen en el posicionamiento web, cosa que trae de cabeza a programadores y desarrolladores que pretenden vivir del contenido a través de esto del SEO (Search Engine Optimizers).
Cierto es que hay una serie de pautas que contribuyen a mejorar dicho posicionamiento, y que podemos tener en cuenta para implementar en nuestro sitio web. Aquí vamos a ver algunas de ellas.
Contenido
Se trata del principal factor, obviamente (quizás no sea algo tan obvio cuando se descuida con demasiada facilidad). Es importante que, cuando llegamos a un artículo, contenga exactamente lo que necesitamos. De todos los resultados que nos arroja el buscador, pinchamos en la que más se ajusta a lo que queremos, y claro, no podemos encontrarnos con algo totalmente diferente. Es cierto que el número de palabras cuenta, pero desde aquí no lo vemos tan determinante como que la información aportada sea concreta, concisa y que ayude al usuario. Mejor no andarse con rodeos para no decir nada.
Existen buenos síntomas que ayudan al posicionamiento, como que el usuario navegue por la web porque le llamen la atención otros artículos o secciones, o que la visita sea duradera. Por el contrario, si un usuario apenas pasa tiempo leyendo nuestro artículo y vuelve a la página de resultados para pinchar en otro, podemos perder credibilidad ante Google y ser penalizados.
Palabras clave
Ya no son tan determinantes como antes, pero por supuesto que también ayudan. Tampoco es necesario introducir “a capón” una frase concreta varias veces en el artículo –como se ha hecho durante años, pero sí que ayuda escribir varias palabras por las que creemos que nos buscarían y meterlas teniendo el cuidado de no recargar los textos innecesariamente y que no quede todo demasiado forzado. Google ha aprendido a leer los sinónimos, por lo que puedes utilizar estos términos alrededor de las keywords.
Etiquetas de encabezado
Si tienes mayor interés de cómo influye este tema en el SEO y quieres ampliar la información, te recomiendo que leas la entrada de Héctor Mainar sobre las etiquetas h1, h2 y h3 en HTML, en su artículo: “H1, H2 y H3: Cómo utilizar correctamente las etiquetas de encabezado de HTML”
Resumiendo bastante, cada página de tu web debe tener un solo etiquetado <h1>, que indica el título de dicha página y que debe resumir su contenido, por lo que no debe ser demasiado largo. Es un error bastante habitual insertar varios <h1> en una misma página, ya que podemos querer destacar alguna frase o palabra concreta de nuestro párrafo para darle una apariencia similar al encabezado, cometiendo el fallo de asignarle esta etiqueta. Para ello tenemos las hojas de estilo (CSS) que debemos modificar según corresponda para dar la apariencia que necesitemos a estas palabras.
El resto de etiquetas h2, h3… pues sigue el lógico sentido de ofrecer una estructura de datos con subtítulos a destacar dentro del contenido del artículo.
Las llamadas “url amigables”
Aquí hablamos tanto de las imágenes como de los artículos. Y es que la url es un estupendo sitio para insertar las palabras clave que hagan referencia al texto que se está buscando. Intenta que no sea demasiado largo, y que sea lo más descriptivo posible. En el caso de las imágenes, también es algo habitual que se suban con un nombre aleatorio, un conjunto de caracteres que nada tiene que ver con el artículo. Si puedes editar el texto que luego aparecerá en la url definitiva, tendrás los medios para mejorar este aspecto.
Descripción de la página
Cuando se realiza una búsqueda en Google de nuestra web, aparecen unas líneas tras el título y el enlace que por defecto se obtienen del texto interno de la página correspondiente. Edita esta descripción de cada página de tu sitio web (de todas o de las más visitadas al menos) para que aparezca una información relevante, palabras clave, una llamada a la acción, lo que quieras, pero que tenga relación con lo que nos vamos a encontrar en ella al pinchar en el enlace correspondiente.
Efectivamente, te has dado cuenta, esta imagen se corresponde al momento anterior de cambiar las descripciones de nuestras páginas. Si haces la prueba ahora probablemente Google ya habrá indexado la nueva descripción y se haya mejorado este aspecto ;)
Como dijimos al principio, las reglas del juego las marca Google y las cambia cuando quiere, que para eso puede. Sin embargo, los cambios no obedecen a cómo se levanten ese día los mandamases de Silicon Valley, sino que todo parte de cierta lógica para acabar optimizando las búsquedas y en definitiva mejorar la experiencia del usuario. Por supuesto hay más cuestiones a tener en cuenta, ya hablaremos de ellas, sin embargo estas que hemos comentado siempre tendrán cierto peso a la hora de tratar el posicionamiento web.
